domingo, 12 de mayo de 2013

“PENSÉ QUE IBA A HABER FIESTA”




LA REALIDAD, NO ES La QUE CONOCEMOS...







El  tercer film de Victoria Galardi ( Amorosa soledad, Cerro Bayo ), Pensé que iba a haber fiesta”,  transita por los laberínticos caminos de la frustración,  la soledad y la persecución de sueños que no pueden concretarse. Los personajes van a la deriva, en busca de un tiempo o un lugar  que los convoque a compartir sus soledades. A primera vista, al parecer, los protagonistas son invocados por el azar a reunirse en una casa en el barrio de Belgrano “C”, de clase media alta, en la cual transcurre casi todo el relato. 

La dueña de casa, Lucía (Valeria Bertucelli,), decide invitar  a su íntima amiga, Ana (Elena Anaya), una bella actriz española, a compartir por unos días su chalet. En realidad lo que le solicita es cuidar de su hija, hacerse cargo de la casa  y a la vez disfrutar de ella como si fueran unas mini vacaciones,  ya que ésta tiene pileta de natación y buen solárium.  Ese pedido no podía habérselo hecho a su ex, Ricki (Fernán Mirás- el padre de su hija adolescente, con un manifiesto comportamiento inmaduro como si tuviera miedo a ingresar en la ruta de la vejez), con el que mantiene una relación distante y hasta por momentos agresiva, porque sabía que no podría cumplir con el compromiso acordado. 

Lucía tiene una nueva relación afectiva (Esteban Bigliardi) que paulatinamente va deteriorándose.  Por eso planeó el viaje al Uruguay para intentar  unir los fragmentos de un amor que  poco a poco iba despareciendo. En medio de la historia hay una adolescente (Abigail Cohen) que no sabe bien hacia adonde dirigirse ya que ella también está presa de sus propios conflictos y su realidad se circunscribe en un espacio alejado de los adultos.





El espectador que busca o intenta encontrar un relato tradicional  en el filme, con un principio, un conflicto y un desenlace, se equivoca, lo que la directora presenta en él son situaciones cotidianas, climas, momentos de un grupo de personas que viven cada una inmersa en su mundo y que circunstancialmente se enfrentan al otro. El conflicto surge al final, cuando ya casi termina el filme. En las pequeñas subtramas aparecen personajes como el jardinero (Esteban Lamothe) y  parte de la familia de la nueva pareja de Lucía, un amigo, un hermano cocainómano, su mujer e hijo y el perro. Estas escenas si están o no están dentro de la peli es lo mismo porque no aportan nada al crecimiento del conflicto, sirven sólo para dar un cierto toque de humor a la propuesta.


 




La película habla más por lo que no se sabe, que por lo que dicen los protagonistas, ya que éstos son personajes borrosos,  ya sea porque no están  bien propuestos por la guionista o porque ellos por si  mismos intentan mostrar  una  la realidad que no sólo se agota en las apariencias,  y que el mundo continúa más allá de donde hasta ahora habían creído y lo hacen de forma no familiar, vulnerando el espacio, el tiempo y la causalidad. Existe en ellos una fuerza que trasciende sus conciencias, mientras creen estar comportándose por la determinación de su voluntad, obedecen a leyes que transgreden continuamente esa voluntad.  La impresión del espectador será que existe un orden escondido e inescrutable que guía los pasos de los protagonistas. 

El filme habla sobre dos mujeres, que a pesar de la amistad, pueden sacar  sus uñas en el instante que una  de ellas viola el  espacio íntimo de la otra. Se plantea también la cuestión de pertenencia. Es decir: “este hombre no está conmigo, pero igual me pertenece y no hay derecho a estar con él. Es uno más de los objetos que están  en mi casa”. 

 Pensé que iba a haber fiesta”,  es un filme  con rubros técnicos  de gran excelencia y que pese a errores de estructura, se podría inscribir en la corriente  neonaturalista  ya que  refleja  situaciones o fragmentos de la vida de un modo no convencional, que como ésta nada es igual a lo que se piensa; y en un momento todo, lo que parecía tranquilo, estalla y  se convierte en infierno.********************
Beatria Iacoviello

  Ficha técnica: "Pensé que iba a haber fiesta" (Argentina-España/2013) / Dirección y guión: Victoria Galardi / Fotografía: Julián Ledesma / Música: Niño Josele / Edición: Alejandro Brodershon / Dirección de arte: Patricia Pernía / Elenco: Elena Anaya, Valeria Bertucelli, Fernán Mirás, Esteban Bigliardi, Esteban Lamothe, Abigail Cohen / Distribuidora: UIP / Duración: 84 minutos / Calificación: apta para mayores de 13 años.








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