lunes, 21 de enero de 2008

Mi nombre es August Rush

Publicada en El rincón del cinéfilo.com.ar- Enero - semana 2

Un melodrama a toda orquesta

Título original: “August Rush”, EE. UU., 2007, hablada en inglés, con subtítulos en español. Realización: Kristen Sheridan. Producción: Richard Burton Louis, Gabrielle Jerou. Guión: Nick Castele, James V. Hart. Fotografía: John Mathieson. Música: Mark Mancina. Dirección de arte: Mario Ventenilla. Compaginación: William Steinkamp. Intérpretes: Freddie Highmore (August Rush), Jonhatan Rhys Meyers (Louis), Robín Williams (Wizzard), Keri Russell (Lyla), Terrence Howard (Richard Jeffries), Jamia Simone Nash (Hope), Wyketi Williamson (reverendo James), Leo G. Thomas III (Arthur). Estreno en la Argentina: 10 de enero de 2008, presentado por SUN Distribution Group y Distribution Company Argentina S. A. Duración: 100 minutos, A.T.P.

Con una mezcla de “Amadeus”,Oliver Twist”,” Sleepless in Seattle” y “Mr. Holland's Opus”, “August Rush” tiene un argumento ambicioso, que se pierde en una madeja de enredados puntos de giro que, casi siempre, conducen a otra acción más complicada que la primera. Si bien la trama apunta en primera instancia a rescatar a un niño de un orfanato, deriva, luego de azarosas pruebas, en un cóctel bizarro para convertir al huérfano en un talentoso compositor. Con una historia artificial y forzada hasta lo inverosímil la realización puede llegar a ser una telenovela abreviada, sobre todo cuando en poco menos de dos horas alcanza su final feliz al reunir al protagonista con su padre, un cantante de rock, Louis Connelly (Jonathan Rhys-Meyers, “Titus”, “Mission: Impossible III”, “Match Point”), y su madre, una sobreprotegida chelista, Lyla (Keri Russell, “The Girl in the Park” ,” Mission: Impossible III”, “ Waitress”).
Pero no todo es absurdo en este filme, por ejemplo la banda sonora de Mark Mancina es un atractivo mosaico de sonidos, que abarca desde los de la naturaleza hasta los provocados por la ciudad, y los de la propia humanidad transitando por las calles y casas de New York. Existe una corriente musical que se inspira en los sonidos de máquinas, herramientas, fábricas, autos, bocinas, tachos de basura, cacerolas, etcétera. La obra de Mancina se entrelaza junto con el argumento, para mostrar cómo la música dentro de “August Rush” finalmente escapa de cualquier parte para transmutar en una composición completa.
Para compañeros y maestros del orfanato Evan Taylor (Freddie Highmore – “Charlie y la fábrica de chocolate”, “A Good Years”,” The Golden Compass”), es un niño extraño, escucha música en el viento, en la gramilla, en los cables eléctricos y en el ajetreo de la cocina, ama tanto el sonido que provocan que no puede contenerse y lo expresa a su modo. Es como si tuviera una orquesta completa en su cabeza. Esta actitud lo convierte en un marginado y en el blanco perfecto para el grupo matones que controla el orfanato.
Evan insiste que la música lo conectará con sus padres, a quienes no conoció, y con esa intuición escapa del orfanato para ir a buscarlos. En el camino tropieza con Wizzard (Robin Willams - inquietante mezcla entre Bono de U2 y Fagan de “Oliver Twist”), un empresario que vive en el antiguo y abandonado Teatro Fillmore East, en el East Village, con un grupo de niños de los que recibe dinero por tocar música en calles de la zona. Bajo la tutela de Wizard, Evan, descubre que en ese mundo no es un ”raro” sino que fue extrañamente dotado para interpretar los sonidos de la naturaleza.
De hecho, es un prodigio musical al estilo de Mozart. Él adopta el nombre artístico de August Rush y rápidamente se convierte en la mayor fuente de ingresos de Wizzard.
Por azares del destino conoce en una iglesia la música de los Godpels, a Hope (Jamia Simone Nash, pequeña actriz de televisión) y al reverendo James (Mykelti Williamson) que le facilitaran el ingreso a la famosa escuela de música Juilliard, de la cual, él sin saberlo, había egresado su madre.
A pesar de los desaciertos en la estructura del filme, éste posee valores positivos que lo rescatan de caer en el melodrama barato. Uno de ellos es la inquebrantable creencia que posee el Evan o August de que sus padres sí lo quieren. Este optimismo lo sostiene y lo hace continuar en su búsqueda con la esperanza de reunirse con sus padres.
Varios adultos entran a la vida de August para convertirse en influencias eficaces y alentadoras. Richard Jeffries (Terrence Howard – “Four Brothers”), es uno de ellos, su trabajo en el Departamento de Servicios Infantiles le permite seguir la pista del muchacho y ayudar a su madre a encontrarlo.
La realización centra su atención en al poder de la música, y a la belleza que genera en nuestra alrededor si sólo tuviéramos el valor y poder de reconocerla. La música es el "leiv motiv" del filme, en realidad es la protagonista. El hecho de que August es alentado a desarrollar su don, ya sea por elementos espurios como Wizzard o celestiales como los Gospels, en lugar de esconderlo, pueden provocar que el público advierta que en su casa podría haber niños que poseen las mismas condiciones musicales que August. Ese dicho “toca de oído” a veces puede avisar que tenemos genio oculto en la familia.
Otras de las variantes del filme es el contenido espiritual que se refleja en algunas expresiones sugeridas por August cuando dice: "La música está en todas partes. Todo lo que tienes que hacer es abrirte a ella", y "Es una armónica conexión entre cada uno de los que habitamos el universo, incluyendo a las estrellas". El comentario que hace el reverendo James da una conexión directa entre la música y lo divino: "La música es la manera en que Dios nos recuerda que hay algo además de nosotros en este universo".
Los contenidos violentos de la película están dados por la realidad en la que debe desenvolverse August, primero para defenderse de la pandilla del orfanato, cuyas tácticas incluyen: despertarlo a media noche, colgarlo contra la pared y dar golpes cerca de su cabeza para asustarlo, molestarlo por su deseo de encontrar a sus padres, y hacer que su amigo lo llame "monstruo". Hasta una profesora molesta a August y a su amigo por ser diferentes. Wizzard es otro de los focos de violencia como los de los ataques por celos de la parte de la banda de niños del teatro. Wizzard no es el mejor líder de la banda. Desprecia a los otros chicos y le dice al mejor amigo de August, Arthur (Leon G. Thomas III, actor de TV) que es un "perdedor".
La directora Kirsten Sheridan (hija de Jin Sheridan - el realizador de “Mi pie izquierdo”, “En el nombre del padre” y “Tierra de sueños”) parece no aportar nada propio al mediocre guión de Nick Castle y James V. Hart, basado en la historia de Paul Castro y Nick Castle, y es la poesía de la música la que le permite remontar un filme destinado al fracaso. Pero el verdadero valor de “August Rush”, a pesar de los guionistas y la realizadora, reside esencialmente en los valores que éste mundo ha perdido: amistad, lealtad, perseverancia, desarrollo del talento natural en los niños, amor y preservación de la unidad familiar. (Beatriz Iacoviello).

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