martes, 22 de enero de 2008

Amores Asesinos



Humo, gabardinas y sombreros de ala ancha



Título original: “Lonely Hearts”, EE.UU. 2006, hablada en inglés, con subtítulos en español. Guión y realización: Todd Robinson. Producción: Holly Wiersma, Boaz Davidson. Fotografía: Peter Levy. Música: Michael Danna. Compaginación: Kathryn Himoff. Con John Travolta (Elmer Robinson), James Gandolfini (Charles Hildebrandt), Salma Hayek (Martha Beck), Jared Leto (Ray Fernández), Laura Dern (Rene Fodie), Scott Caan (Reilly), Michael Gaston (D.A. Hunt), Bruce Macvittie (Eastman), Dan Byrd (Eddie Robinson), Alice Krige. Estreno en la Argentina: 29 de noviembre de 2007, presentada por Distribution Company Argentina S. A. Duración: 107 minutos, S/M.16 años.

La historia del cine negro americano posee algunas parejas de glamorosos asesinos que poco tienen que ver con la realidad, aunque sus historias sean tomadas de las crónicas policiales como: Bonnie and Clayde o Ray Fernández y Martha Beck. También existen otras que por ser de ficción no son menos sanguinarias que las primeras: Mickey y Mallry Knox de “Natural borm killers” (“Asesinos por naturaleza”), los Smith de “Mr. And Mrs. Smith” (“El señor y la señora Smith”), Mickey y Rose de “Shadowboxer”, que han aportado su toque sádico a la morbosidad del espectador.

“Amores asesinos” (“Lonely Hearts”) posee dos líneas de abordaje en la historia que relata, como historias paralelas, por una parte narra la de los criminales cuya relación pasional se derrumba con siniestras consecuencias. Y por otra cuenta la del detective martirizado por su pasado, y obsesionado por capturar a los depravados homicidas. Es interesante el planteo, pero la falta de unificación entre ellas rompe por momentos con el clima de agobio que cada uno de los personajes trae consigo.

“Amores asesinos” toma como base los hechos de una historia real. La narración centra su acción en dos asesinos seriales que explotó la soledad de decenas de mujeres ricas necesitadas de afecto y compañía para estafarlas, robar su dinero o joyas... y asesinarlas. Lo curioso de esta producción es que entrelaza dos historias verdaderas, por una parte la de los homicidas y por otra la del abuelo del realizador, un detective del departamento de policía del Condado de Nasesau, Elmer C. Robinson, que atrapó a los delincuentes y fue testigo de su ejecución.

El director y guionista Todd Robinson logra diseñar “Amores asesinos” con efectiva verosimilitud al ser poseedor de información de primera mano, por la historia familiar que lo precede. Sin duda, el punto de vista del espectador lo centró en la cruda historia de un policía que tras el suicidio inexplicable e impactante de su esposa, debe enfrentar su día a día, luchando contra la depresión y los recuerdos. Elmer C. Robinson para escapar de su angustia se involucra tanto en la persecución de Martha Beck y Raymond Fernández que transforma a la misma en causa superlativa. Tras detener a la pareja de asesinos se plantea un cambio de vida reformulándose la relación con su nueva compañera sentimental y con su hijo, de gran importancia para él.

Existen tres películas que toman la misma situación: The Honeymoon Killers” (“Los asesinos de la luna de miel”), clásico de culto y única película de Leonard Kastle, “Profundo carmesí”, de Arturo Ripstein (que traslada la historia a México sin cambiar casi nada) y, muy tangencialmente, la magnífica “Badlands”, de Terrence Malick, que se inspira en la historia de dos itinerantes asesinos. Las tres películas reflejan, con mayor o menor acierto, el inaudito caso de estos amantes homicidas. El problema de esta nueva versión hollywoodense es que prefiere dar a través de Salma Hayek un toque más erótico y sensual a la figura femenina, respecto a la verdadera Martha que pesaba 115 kilogramos. Esta elección no refleja la verdadera contradicción para la pasión incomprensible de la pareja (algo que sí Ripstein comprendió irreprochablemente en su versión).

Al principio de la película el espectador conoce a Ray Martin (Jared Leto), un cínico estafador con un "modus operandi", perfectamente definido: contesta anuncios clasificados de mujeres solitarias, inicia relaciones sentimentales con ellas y huye con los ahorros de sus frágiles víctimas (compromiso puesto en excelente grupo de actrices secundarias). Viudas jóvenes y maduras de la Segunda Guerra Mundial que buscaban rehacer su vida, muchas veces colocando anuncios en las secciones de corazones solitarios. Los cheques que el gobierno les entregaba y su calidad de propietarias únicas, las transforma en presa codiciada, pero también las volvía vulnerables a un hombre galante que las seducía con su afecto.

Pero todo cambia cuando Ray conoce a Martha Beck (Salma Hayek), quien de víctima del embaucador, pasa a ser su verdugo. Los celos (no soporta ver a su “hermano” en brazos de otras mujeres) y la inestabilidad emocional hacen que la simple estafa se convierta en asesinato. Su relación entonces se transforma en psicótica simbiosis.

Como homenaje al “cine noir”, “Amores asesinos” no logra alcanzar la meta de excelente. Sin embargo, hay que reconocerle que es la mejor adaptación realizada del célebre caso de la pareja conocida como los Lonely Hearts Killers, formada por el vividor Raymond Fernández y la obesa y poco sugestiva enfermera Martha Beck, a quienes se atribuye haber ejecutado alrededor de 17 mujeres, a fines de los cuarenta. Con un comienzo que prometía por su progreso narrativo en su línea de acción y el crecimiento trágico de los personajes, un resultado excepcional “Amores asesinos” se desbarranca hacia una película rutinaria cuyo mayor éxito es la magistral atmósfera de algunas escenas que recrean el mejor cine negro de los 50´ en el que las gabardinas, el humo y los sombreros de ala ancha aparecen como “leiv motiv”.

John Travolta y James Gandolfini hacen una excelente pareja de detectives que va en pos de los culpables. Travolta interpreta con acierto a un hombre al que su pasado, como pesada carga, se cuelga a sus espaldas, y el guión obliga a transitar por escenas redundantes y en ocasiones exageradas. Gandolfini como buen actor de soporte remata con soltura los hilos que Travolta deja sueltos. Laura Dern tiene un mínimo rol como retraída pareja afectiva de Travolta, pero a pesar de ello logra sacar partido de sus escasas apariciones.

“Amores Asesinos” no es un convencional thriller sino más bien un estudio psicológico que intenta profundizar (en la medida de lo posible) en las complicadas relaciones entre los personajes, en la intencionalidad de sus mentes y los vaivenes de una sociedad recién salida de la Segunda Guerra Mundial. Es una consistente película sin mayor trascendencia, pero que combina entretenimiento, buenas actuaciones y una fotografía espectacular. (Beatriz Iacoviello)
Publicada en El rincón del cinefilo.com.ae - Enero 2008.
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