miércoles, 27 de febrero de 2008

la brújula dorada


POSMODERNIDAD, FÍSICA CÚANTICA Y OTRAS YERBAS


La brújula dorada ( The Golden Compass , EE.UU./2007), color, doblada al español y presentada en su versión original en inglés sólo en funciones del Village Recoleta, Cinemark Palermo y Hoyts Unicenter. Dirección: Chris Weitz. Con Nicole Kidman, Daniel Craig, Dakota Blue Richards, Sam Elliott, Derek Jacobi, Eva Green, Tom Courtenay, Christopher Lee y las voces de Ian McKellen, Ian McShane y Freddie Highmore. Guión: Cris Weitz, basado en la novela de Philip Pullman. Fotografía: Henry Braham. Música: Alexandre Desplat. Diseño de producción: Dennis Gassner. Edición: Peter Honess, Anne V. Coates y Kevin Tent. Presentada por Distribution Company. Duración: 113 minutos. Calificación: sólo para mayores de 13 años.

La trilogía His Dark Materials de Philip Pullman[1], compuesta por las novelas Luces del NorteNorthern Lights, 1995) La dagaThe subtle knife, 1997) y El catalejo lacado (The amber spyglass, 2000) toma su título de un verso de Paraíso Perdido de ( (John Milton. En febrero de 2002, la productora estadounidense New Line Cinema (responsable de El Señor de los Anillos) adquirió los derechos cinematográficos de Luces del Norte, y pasó al cine con el nombre “La brújula dorada”The Golden Compass). (

Tanto la novela, desde su aparición, como la versión cinematográfica, La brújula dorada, está envueltas por un aura de polémica, ya sea por presuntos ataques al cristianismo, debido a que su ejército de las tinieblas es una institución de ostensible ideología tendiente hacia el totalitarismo dogmático (extensible a cualquier tipo de religión) llamada "La Iglesia", o por la actitud radical de Pullman contra la globalización, o por críticas sutiles a sus predecesores Tolkien y C. S. Lewis. No obstante sus detractores, lo cierto es que La materia oscura, debido al despliegue imaginativo de su complejo argumento, logró una enorme popularidad entre el público juvenil y adulto con el reconocimiento general de la crítica literaria.

La trama de la novela es lo que en semiótica se llama “rizoma”[2], y resulta posible sintetizarla mediante la imbricación de tres grandes líneas temáticas estrechamente interrelacionadas. En primer lugar, el marco general es aportado por el “Universo Implicado”, vasto entramado de infinitos universos paralelos, donde del Polvo o Materia Oscura[ii], gracias al enredo (entangling) cuántico, permite a ese Polvo comunicar mensajes a los personajes de los diversos mundos, mediante artilugios como el “aletiómetro” de la protagonista. En el misterioso mundo de Lyra, cada persona posee un “daimonion” zoomórfico indisociable de su propio yo, -algo semejante al “nahual” del mundo asiático, indígena de Mezoámerica, América del Norte y esquimales, o los Dáimôn (en griego Δαίμων y en latín Dæmon), este término se da a las almas «divinizadas» que desde su situación de perfección y bienaventuranza ejercen sobre el mundo de los hombres una función de protección, y ayudaran a los implicados a resolver sus problemas.

En segundo lugar, la línea de acción fue sistematizada en torno a la rebelión contra la Autoridad dogmática e Inquisidora, el Dios de las religiones monoteístas sobre el que se ha sustentado históricamente la alianza Iglesia-Estado, llevada a cabo por un ejercito multiversal comandado por la ambigua figura Lord Asriel. Por último, como eje de la novela que permite focalizar las dos líneas anteriores, es una profunda reflexión, entretejida en torno el viaje iniciático de Inocencia a Conocimiento/Experiencia: es decir, según ha señalado Pullman, “aquel tránsito que constituye la historia central de nuestras vidas”, a Lyra, Roger y Bill, y a través de ellos a la naturaleza humana.

En este mundo posmodernista donde las leyes de la creación se rigen por la teoría del Caos, pensamiento complejo, lógica difusa, inteligencia conectiva, rizoma, personaje borroso, intertextualidad, no es muy difícil encontrar estas vertientes en la obra. Pero también en una primera ojeada, en el caso de la novela, es factible encontrar rastros de la literatura universal: la tradición folclórica, los mitos de la Antigua Grecia, la Biblia, Dante, John Milton, William Blake, Herbert George Wells... y la teoría de supercuerdas surgida del desarrollo de la física cuántica, el lector avisado (the astute), según la expresión del influyente crítico del Washington Post Michael Dirda, descubrirá además en ella ecos y alusiones, entre otras cosas, a: la Cábala judía, la doctrina gnóstica, la controversia sobre la «muerte de Dios», Perelandra, los libros de Oz, El anillo de los Nibelungos de Wagner, los viajes de Eneas, Ulises y Dante al inframundo, la leyenda del Grial y el Rey Pescador, Peter Pan, la panteísta Oda a la inmortalidad de Wordsworth, la doctrina del Dios oculto y las especulaciones en torno a la pluralidad de universos, la ética situacionista —sólo las acciones, no las personas, son buenas o malas—, el fin de los milagros, La guerra de las galaxias, la evangelización colonialista, la doctrina de las simpatías del siglo XVII, la mitología popular en torno a los jesuitas como maestros de la realpolitik, los superhéroes del cómic e incluso la primera novela para adultos de Pullman, Galatea. Los " fans" de la ciencia-ficción y la fantasía encontrarán además resonancias de los libros de Terramar de Ursula K. Le Guin, los relatos de espada y brujería de Fritz Leiber sobre Fafhrd y el Ratonero Gris, o las elegantes narraciones sobre la Tierra Moribunda de Jack Vance.

Lo realmente sugerente de La materia oscura, como señala el novelista Michael Chabon (Dust & Daemons, The New York Review of Books), no es la aglutinada intertextualidad, sino su intención de situarse en “las tierras fronterizas... donde todo misterio reside, en los márgenes entre la vida y la muerte, la infancia y la madurez, la física newtoniana y la cuántica, la literatura «seria» y «de género»[3].

En el terreno específico del cine no es difícil encontrar las fuentes en George Lucas (Star Wars), Stanley Kubrick (2001 Odisea del espacio), David Lynch (Dune), Wolfgang Petersen (La historia interminable 1) y especialmente en la grandeza de lo gótico de Peter Jackson (El Señor de los Anillos).

Pero más allá de la información semiótica, astrofísica y posmodernista del libro, existe una película llamada La brújula dorada dirigida por Chris Weitz, quien también realizó el guión en co-autoría con Phillip Pullman, y cuenta con la actuación de Dakota Blue Richards (Lyra Belacqua), Nicole Kidman (Marisa Coulter) y Daniel Craig (Lord Asriel).

La historia comienza en Oxford, ciudad en la cual los niños están desapareciendo secuestrados por un grupo llamado Zampones. Lyra, la heroína de once años, quien ha crecido en el Jordan College de Oxford, bajo la tutoría del Rector y de su tío, Lord Asriel, quien viene y va de vez en cuando a realizar misteriosas expediciones a regiones lejanas del Ártico. Lyra, vive en un mundo muy parecido al nuestro, no es exactamente este en el que estamos, sino que es un universo paralelo. La principal diferencia con nosotros es que allí, las Almas de las personas se manifiestan en forma de un Daemonion, que las acompaña como si fuese su animal doméstico. Estos seres, que pueden hablar a pesar de ser zoomorfos, representan los sentimientos y las debilidades de cada individuo y son quienes mejor comprenden a su dueño, cambian constantemente de forma de acuerdo al estado de ánimo del mismo y en los adultos toman la forma de un animal definida según la personalidad de su amo. El Daemonion de Lyra se llama Pantalaimon y ella le suele decir: Pan. El de la Sra Coulter, un mono dorado, el de Lord Asriel, es una leopardo de las nieves, con ojos verdes, llamada Stelmaría (con la dulce y sugestiva voz de Kristin Scott Thomas). El tema de los demonios personales es fundamental para entender la trama de la película.

Lyra debe enfrentar un cambio violento en su vida al ser retirada del Jordan Collage, por la Sra. Coulter, y al enterarse que sus amigos Roger y Bill, junto a otros niños huérfanos fueron secuestrados, ella no duda en ir con la dama y tratar, a través de esa argucia, de salvar a sus amigos. En su aventura conocerá otros pueblos, personas y animales: los Giptanos y su rey, John Faa, la Bruja Serafina Peccala, reina de uno de los poderosos clanes del continente (lo interpreta le bellísima Eva Green que hizo la reina de Jerusalem en Kingdom of Haven, Vesper Lynd, en Casino Royale), Iorek Byrnison, el exilado Oso Acorazado (lleva la voz de Sir Ian McKellen, el Gandalf de The Lord of the Rings y Magneto de los X Men), un extraño vaquero espacial Lee Scoresby (genial como siempre Sam Elliot, (Ghost Rider), las brujas de Laponia… pero también a enemigos: será perseguida por cazadores o incluso espías que están en el territorio de los Tártaros, Soldados-Espectro, las moscas espías. Lyra posee un arma para defenderse, el Aletiómetro (instrumento que le permite conocer el futuro), que le dio el director del instituto. Este aparato. Especie de brújula le llevará a descubrir la verdadera realidad de su mundo, un mundo que es mucho más complejo de lo que ella imaginó.

Un reglón aparte merece Marisa Coulter o Sra. Kidman, emisaria del poder conocido como "el Magisterio". Cuando aparece por primera vez, el espectador se enfrenta a una figura no sólo hermosa sino exótica, que se mueve con la sensualidad de su provocativo cuerpo desparramándose por la pantalla en sinuosos movimientos, acompañada por su alter – ego, el mono dorado.

La brújula dorada tiene muchas de las virtudes como: fotografía excelente, dirección de arte en la cual amalgama la estética democinónica, con la de la Baushaus[4] y el mundo simbolista y metafísico del surrealista Alberto Giacometti[5], y un vestuario espectacular, actuaciones sobresalientes por la increíble composición de personajes, pero a la vez posee muchos defectos previsibles. Uno de los más importantes es la adaptación que, a pesar que el propio autor la dirigió, mantiene la trama de “rizoma” de la novela, pero inició la línea de acción abriendo demasiados temas y presentando una cantidad excesiva de personajes. Debido a ello, la verdadera motivación que provocará el viaje de Lyra se pierde en un marasmo de información que claramente no sirve para esta primera propuesta, sino para alguna de las dos que vendrán a posteriori. Esta circunstancia motivó que en determinados momentos el espectador sienta que no sabe bien por donde va la historia. Se alteraron situaciones al colocar en primera instancia los sucesos de Svaldvard (la helada y dura región habitada por los osos acorazados) y no los de Bolvangar (la Estación Experimental del Norte donde los Gobblers (Zampones) mantienen secretamente a los niños que raptan).

La brújula dorada’ es un film de aventura, impecable, que proporciona la posibilidad de pasar un buen rato, y al que no le falta ninguno de los ingredientes de este tipo de películas, escenas de peleas muy bien realizadas, viajes a lugares remotos, los 3Ds están confeccionados con extraordinario buen gusto. A los personajes se les va presentando puntos de giro u obstáculos que son capaces de superar para luego encontrarse con otros, lo cual hace que la acción de la película no se detenga y que el ritmo sea ágil.

Sin embargo, lo más atrayente de La brújula dorada no son las aventuras, sino el universo fantástico que plantea y todas las reflexiones metafísicas que de modo tangencial tocan la trama. Pero, a pesar de tener contenidos tan interesantes, queda un resabio de insatisfacción que tal vez se deba en que el filme no ha sabido atrapar al público con todo lo que ocurre. La empatía con los personajes y, por lo tanto, con lo que sucede, es quizás lo menos logrado en el filme. La motivación de Lyra para salvar a sus amigos no es tan fuerte como debiera, pues parece más entretenida con lo que ocurre a su alrededor que a su verdadera motivación, salvar al prójimo. Y Lyra es demasiado perfecta y tiene solución para todo, por lo tanto no despierta especial simpatía porque se ve como falso. El final es abierto para la segunda y tercera parte. Lo que está claro es que no es para niños pequeños sino para preadolescentes.

No obstante de las reservas con anterioridad señaladas La brújula dorada es un filme de gran belleza visual, y a diferencia de Narnia o El señor de los anillos, su mayor logro fue otorgarle poesía a imágenes donde el tiempo y el espacio están relacionados con ilusiones y quimeras.

Beatriz Iacoviello (crítica publicada en El rincón del cinéfilo.com.ar)

Notas:

[1] Phillip Pullman, autor de la trilogía His Dark Materials (La materia oscura), nació en Norwich (Gran Bretaña) el 19 de octubre de 1946. Se educó en Inglaterra, Zimbabwe y Australia. Estudió en Oxford (un espacio que conoce muy bien y lo describe a la perfección en casi toda su obra). En 1972 Pullman ganó su primer premio literario con The Haunted Storm, obra a la que siguió Galatea en 1978. A los 25 años descubrió su vocación como docente, y desde entonces trabajó como profesor en varios colegios de enseñanza media en Oxford. Algunas de las obras teatrales que escribió para sus alumnos fueron editadas, como Spring-Heeled Jack y El Conde Karlstein, ambas en 1982. En 1986 Pullman comenzó a trabajar en la universidad de Westminster, en Oxford, donde se especializó en cursos para enseñar a narrar historias para niños. Allí fue profesor durante ocho años. Pullman es autor hasta la fecha de más de veinte títulos, muchos de los cuales tienen por destinatarios tanto a los jóvenes como a los adultos. Sin embargo puede decirse que el mayor reconocimiento le llegó con su trilogía "La Materia Oscura", conformada por Luces del Norte (1995), La daga (1997) y El catalejo lacado (2000). Según una encuesta de la BBC de Londres es la tercera obra más apreciada de la literatura británica, sólo por detrás de El Señor de los Anillos y Orgullo y Prejuicio de Jane Austen. En 2005 Pullman fue galardonado con el Premio Internacional de Literatura Infantil en Memoria de Astrid Lindgren y nominado para el Premio Hans Christian Andersen en 2006

[2] En la teoría filosófica de Gilles Deleuze y Félix Guattari, un rizoma es un modelo descriptivo o epistemológico en el que la organización de los elementos no sigue líneas de subordinación jerárquica —con una base o raíz dando origen a múltiples ramas, de acuerdo al conocido modelo del árbol de Porfirio—, sino que cualquier elemento puede afectar o incidir en cualquier otro. Según Robin Hamman, el “rizoma” no es una estructura jerárquica sino anti-jerárquica; ningún punto debe estar antes que otro, ningún punto específico debe ser conectado con otro específico, pero todos los puntos deben estar conectados entre sí.

[3] En astrofísica y cosmología física se denomina Materia Oscura a la materia hipotética de composición desconocida, que no emite o refleja suficiente radiación electromagnética para ser observada directamente con los medios técnicos actuales pero su existencia puede inferirse a partir de los efectos gravitacionales que causan en la materia visible tales como las estrellas o las galaxias, así como en las anisotropías del fondo cósmico de microondas.

[4] La República del Cielo. Milton, Blake y universos paralelos en «La materia oscura» de Philip Pullman, conferencia de Francisco Gimeno. 2 de septiembre 2007.

[5] La Staatliches Bauhaus (Casa de la Construcción Estatal) o simplemente la Bauhaus, fue la escuela de diseño, arte y arquitectura fundada en 1919 por Walter Gropius en Weimar (Alemania) y clausurada por las autoridades prusianas (en manos del partido nazi) en el año 1933. El nombre Bauhaus deriva de la unión de las palabras en alemán Bau, "de la construcción" y Haus, "casa"; irónicamente, a pesar de su nombre y del hecho que su fundador fue un arquitecto, la Bauhaus no tuvo un departamento de arquitectura en los primeros años de su existencia.

Sus propuestas y declaraciones de intenciones participaban de la idea de una necesaria reforma de las enseñanzas artísticas como base para una consiguiente transformación de la sociedad de la época, de acuerdo con la ideología socialista de su fundador. La primera fase (1919-1923) fue idealista y romántica, la segunda (1923-1925) mucho más racionalista y en la tercera (1925-1929) alcanzó su mayor reconocimiento, coincidiendo con su traslado de Weimar a Dessau. En 1930, bajo la dirección de Mies van der Rohe, se trasladó a Berlín donde cambió por completo la orientación de su programa de enseñanza.

La Bauhaus sentó las bases normativas y patrones de lo que hoy conocemos como diseño industrial y gráfico; puede decirse que antes de la existencia de la Bauhaus estas dos profesiones no existían tal y como fueron concebidas dentro de esta escuela. Sin duda la escuela estableció los fundamentos académicos sobre los cuales se basaría en gran medida una de las tendencias más predominantes de la nueva Arquitectura Moderna, incorporando una nueva estética que abarcaría todos los ámbitos de la vida cotidiana: desde la silla en la que usted se sienta hasta la página que está leyendo (Von Eckardt).

[6] (Stampa, Suiza, 1901-Chur, id., 1966) Escultor y pintor suizo. Nació en un ambiente artístico, ya que su padre, Giovanni, era un pintor impresionista. Se inició en el dibujo y la plástica en la Escuela de Artes y Oficios de Ginebra, antes de trasladarse a París para seguir los cursos de escultura de E. A. Bourdelle en la Academia de Grand Chaumière. En la capital francesa entró en contacto con el ambiente cubista, y más tarde con el grupo surrealista, del que formó parte de 1930 a 1935. En las obras de este período, muy personales, se reconoce la idea surrealista del simbolismo de los objetos.

El abandono del surrealismo y la vuelta al arte figurativo constituyen el preludio de la llegada de Giacometti a su estilo más singular y característico, el que desarrolló a partir de comienzos de la década de 1940. Aparecen entonces sus figuras humanas alargadas y de apariencia nerviosa, muy delgadas y de superficie áspera, a menudo de tamaño natural, que pueden estar representadas solas o en grupo.

Son estas obras las que han hecho de Giacometti uno de los artistas más originales del siglo XX, también en pintura, donde sus obras se caracterizan por figuras rígidas y frontales, simbólicamente aisladas en el espacio. En estas creaciones que representan la soledad y el aislamiento del hombre se ha querido ver un trasunto de la filosofía existencialista, y de hecho J.-P. Sartre, el máximo representante de la tendencia, reconoció en la obra de Giacometti algunas de sus ideas y escribió sobre ella. La familia y los amigos del artista fueron sus modelos preferidos, en particular su hermano Diego, al que reprodujo en numerosas esculturas, pinturas y dibujos.



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